La liquidación de una empresa en Colombia es un proceso complejo que requiere una planificación adecuada y el apoyo de expertos, como un consultor especializado. Ya sea como resultado de una evaluación de la hipótesis de negocio en marcha o debido a las causales establecidas en el Código de Comercio, es esencial seguir los pasos correctos para llevar a cabo una liquidación eficiente. A continuación, se describen las fases clave del proceso:
- Reunión del máximo órgano de la empresa: El órgano directivo de la empresa debe convocar una reunión para exponer las razones que justifican la disolución. En esta sesión, se votará la aprobación de la liquidación y se nombrará al liquidador principal y su suplente, si es necesario. El acta de la reunión, junto con las aceptaciones de los liquidadores, deberá registrarse ante la Cámara de Comercio del domicilio de la empresa. A partir de ese momento, el nombre de la empresa debe ir acompañado de la frase “en liquidación”.
- Actualización fiscal con el apoyo de un consultor: Es recomendable contar con la asesoría de un consultor tributario para realizar de manera adecuada la actualización del Registro Único Tributario (RUT) ante la DIAN y, en el caso de Bogotá, del Registro de Industria y Comercio (RIT). El certificado de existencia y representación legal actualizado será un requisito indispensable en esta etapa.
- Aviso público de la liquidación: Para notificar al público y a los acreedores, se debe publicar un anuncio en un medio de amplia circulación. Esto permitirá a los acreedores ejercer sus derechos de cobro, y la empresa podrá gestionar de forma adecuada sus deudas con el apoyo de un consultor financiero.
- Elaboración del “Inventario de patrimonio social”: Dentro del mes siguiente al registro del acta de liquidación, se deberá preparar un estado financiero especial conocido como “Inventario de patrimonio social”. Este documento, que sigue las Normas de Contabilidad e Información Financiera (NCIF) en Colombia, debe ser firmado por el liquidador, el revisor fiscal o el contador, con la asistencia de un consultor contable si fuera necesario.
- Cancelación de pasivos: Con la asesoría de un consultor financiero, el liquidador procederá a cancelar todos los pasivos, siguiendo el orden legal establecido. Los pagos laborales y las obligaciones tributarias tendrán prioridad, dejando el remanente, si lo hubiera, para los socios o accionistas.
- Rendición de la “cuenta final de liquidación”: Una vez se hayan liquidado los pasivos, el liquidador presentará la “cuenta final de liquidación” y un informe sobre su gestión. Ambos deberán ser aprobados por la última junta de socios. Este proceso puede optimizarse con la intervención de un consultor experto en liquidaciones.
- Registro del acta ante la Cámara de Comercio: El acta aprobada por los socios, junto con la cuenta final de liquidación, debe ser registrada ante la Cámara de Comercio, solicitando la cancelación del registro mercantil de la empresa.
- Cancelación del RUT y RIT: Finalmente, se debe proceder a la cancelación del RUT ante la DIAN y, en el caso de Bogotá, del RIT, para dar por finalizado formalmente el proceso de liquidación. Aquí también es recomendable contar con un consultor que supervise los pasos finales y garantice el cumplimiento de las obligaciones fiscales.
Importancia de un consultor en el proceso de liquidación
Liquidar una empresa en Colombia implica no solo cumplir con las normativas legales y fiscales, sino también realizar una revisión exhaustiva del estado financiero y fiscal de la empresa. La participación de un consultor especializado puede ser determinante para identificar problemas pendientes, optimizar el proceso de liquidación y asegurar el cumplimiento de todas las obligaciones tributarias y contables. El tiempo que tome el proceso dependerá de la complejidad de los problemas involucrados, pero con la asesoría adecuada, se puede lograr una liquidación eficiente y efectiva.